- pagar los vidrios rotos
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Sufrir una pena, un castigo o una condena que en realidad corresponden a otra persona. <<No fui yo quien te estropeó el coche. Ahora, por culpa de otro, no me lo quieres dejar a mí. Como siempre, acabo yo pagando el pato>>. Lo de los <<platos>> y los <<vidrios>> está más que claro: el que rompe paga y, como reza el dicho popular, <<se queda con los cachos>>. En cuanto al <<pato>>, no tiene que ver con el ave palmípeda, sino con la palabra <<pacto>>, escrita y pronunciada <<pato>>, como <<efeto>> por <<efecto>>, en la época en la que se genera la locución, a finales del siglo XV, periodo en el que los judíos comenzaban a ser perseguidos. Como se sabe, el <<pacto>> del pueblo judío con Dios está reflejado en su libro sagrado, la <<Torá>> (Torah). Muchos cristianos, seguramente más por ignorancia que por ironía o juego de palabras, sostenían que por un extraño <<pato>> con su dios los judíos adoraban a una <<tora, >>o sea, a una <<vaca>>. Se llegó, incluso, a hacer festejos y procesiones teniendo como centro de las burlas a una novilla, origen posiblemente de muchas fiestas populares actuales. Fue entonces cuando nació la expresión <<pagar el pato, >>sinónimo de dar un escarmiento a los judíos.
Diccionario de dichos y refranes. 2000.